Para quienes padecen SII, un enfoque que me ha resultado útil es empezar con una dieta carnívora: comer solo carne sin condimentar (solo sal y pimienta), huevos y agua hasta que los síntomas remitan. Esto me ayuda a eliminar posibles irritantes y le da un respiro a mi sistema digestivo. De hecho, parecerá que mi SII está curado, lo cual es maravilloso, pero la dieta no es sostenible. Una vez que los síntomas se controlen (a menudo solo unos días o menos), puedo reintroducir gradualmente los alimentos uno por uno, probando diferentes tipos y tamaños de porciones para ver cómo me afecta cada uno. Es recomendable llevar un diario detallado de alimentos durante este proceso. Este método, sencillo pero disciplinado, también podría ayudarte a identificar sensibilidades alimentarias específicas y a personalizar tu dieta para un alivio a largo plazo.
